Un llamado a los que no califican.
Mateo 9:13
13 Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
Para calificar algo es por medio de un juicio o una valoración. La sociedad puede influir en esa calificación según la imagen que le damos a algo. Esto hace que seamos selectivos según lo que parece o las reglas que usamos para calificar.
En el mundo religioso y legalista, cuando se habla de pecadores, lo descalificamos. Esto crea una evaluación basada en prejuicio.
Cuando calificamos a alguien, tenemos en mente ciertos datos o perfil negativo de algo que no se le aplica a todo el mundo por su apariencia.
Cuando Jesús llamó a Mateo, puede ser que él no era como los demás cobradores de impuesto, pero ya había un prejuicio que al verlo era odiado.
Jesús sorprende a los de su época llamando a Mateo, el que no calificaba.
Mateo 9:9
9 Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.
¿Cómo evangelizamos? ¿Tenemos prejuicio cuando estamos en el evangelismo?
Es sorprendente que el que no calificaba sin excusa, y sin negarse, siguió a Jesús.
En la casa de Mateo, se hizo un banquete con los pecadores.
Mateo 9:10.
10 Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos.
Mientras predicaba de esto, hice una pregunta:
¿Están las congregaciones dispuestas a recibir a la gente que no califican?
El que no calificaba estaba dispuesto a seguir a Jesús, a prestar su casa para un servicio, a invitar a otros para que conozcan a Jesús. ¿Usted qué califica está haciendo lo que hizo Mateo?
Jesús fue criticado por estar sentado con Mateo.
Mateo 9:11
11 Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores?
Jesús estaba presente para compartir la gracia. La iglesia debe compartir la gracia con aquellos que necesitan salvación.
Mateo 9:12,13
Al oír esto, Jesús les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
13Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
El llamado es para los no calificados y esto incluye un cambio, a esto es lo que se le llama arrepentimiento.
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